miércoles, 20 de mayo de 2009

Santiago y cierra España

Otro texto de hispano_propatria

Una voz en grito desencadena todo: los tambores comienzan con los redobles, los hombres respiran hondo, se encuadran los hombros, agarran las picas y comienzan a marchar hacia un destino quizás fatal.
Mas eso no importa, lo que importa es su ideal, la defensa de su Patria y de todos aquellos que en ella hoy residen, para que en el futuro puedan seguir en ella morando y gritando'' ¡Arriba mi patria!".
Destino funesto el que nos aguarda, el enemigo se paraliza, nosotros avanzamos más deprisa. No oigo ni siento nada, me guía el amor a mi patria, mas un grito que surge de mis compañeros mi corazón enaltece: "¡Santiago y Cierra España!".
La carga comienza, avanzamos, luchamos y masacramos, no retrocedemos, todos juntos bajo la misma bandera, la misma idea y el mismo sueño: los nuestros y lo que ellos conforman, véase nuestra honorable y valiente España.
El enemigo nos supera, mas el retroceder no encuentro en mis ordenes, sino que a hombre nuestro que cae, diez suyos quiero destruir. Siempre luché en mi vida...¿a caso no seria absurdo dejar de luchar y más aún cuando esta se acaba y quieren destruir lo que siento?
Que Dios me acoja en su seno, pues la muerte en mi se augura: en el suelo yazgo, rodeado de los míos y de su sangre. Miro en derredor y hallo la causa de felicidad en mi vida, la bandera de mi patria. Avanzo como puedo y agarro el estandarte. Me pongo en pie y grito con mi último aliento:''¡Santiago...y...CIERRA ESPAÑA!".
El tronar de los mosquetes me devuelve al suelo, el dolor es insaciable e infinito, pero no me importa, caigo por defender mi tierra. No existe mayor orgullo que ese.


Esta fábula quiere ser una honra a los caídos en Flandes o en las tierras allende los mares, dado que en ellos yacía el germen de la unidad, de la coherencia, y de una gran nación llamada España. Otrora ya vivía con más plenitud, mas ahora se marchita por sus propios hijos...al igual que este soldado sin nombre, yo también lucharé por mantener los ideales patrios que quiero ver.
Despedirme con un glorioso y enaltecido:
¡Santiago y Cierra España!

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